Las palabras de Nuestro Señor Jesucristo, como siempre, son concretas, directas. Si de repente en algún momento llegásemos a olvidar su misión de salvación, Él nos la deja muy clara en el Evangelio de hoy (Juan 12,44-50). En este sentido, si hay luz no tendrá que haber miedo ni tinieblas en nuestra vida. Él vino para que por su mérito seamos transparentes.
Con el tiempo, solemos llenarnos de secretos, de pequeñas cosas que preferimos ocultar, pero en la medida en que permitimos que Dios actúe en nuestras vidas, lo oculto sale a la luz, y aunque a veces es difícil, este hecho tiene un efecto liberador. Nada hay como la paz que del Padre proviene, y una forma para alcanzar esa paz, es liberándonos de todo aquello que está oculto. Puede ser difícil al comienzo pero al final del día, llegaremos con un corazón más entregado, más puro y a un estado de consciencia más feliz y pleno.
Lecturas para hoy_
Hechos 12,24-25.13,1-5a
Salmo 67(66),2-3.5.6.8
Juan 12,44-50
No comments:
Post a Comment