Tuesday, April 23, 2013

Las obras que hago en el nombre de mi Padre manifiestan quién soy yo

Estas palabras de Nuestro Señor Jesucristo a los Apóstoles no sólo ratifican su autoridad como Hijo del Altísimo, sino que son una invitación a un aspecto muy importante de nuestro deber cristiano: nuestro principal testimonio son nuestras obras.

Los seres humanos nos hemos sumergido en un mar de palabras bonitas y de buenas intenciones, que sin embargo, no somos capaces de material con la misma facilidad con la que las palabras fluyen de nuestra mente y de nuestro corazón.

Sin embargo, no hay nada que diga más de nosotros que nuestras obras. No tienen que ser de gran magnitud, sólo tienen que ser buenas y bien intencionadas. Nuestro Dios quien todo lo sabe, que es amoroso y generoso sabrá recompensarnos por el ejemplo, ese que damos a los demás cuando actuamos bien.

Nuestra reflexión de hoy es una invitación a ser testigos de Dios a través de las obras, a dar testimonio a través del amor. Que nuestras palabras sean coherentes con nuestro actuar, esa debe ser una constante que seguramente nos ayudará a sentirnos mejor con nosotros mismos y sobre todo, a que los demás también se sientan mejor con nosotros y con nuestra compañía.

Lecturas para hoy:

Hechos 11,19-26.
Salmo 87(86),1-3.4-5.6-7
Juan 10,22-30

No comments:

Post a Comment