Monday, June 10, 2013

Las Bienaventuranzas de Dios

Cuando Nuestro Señor Jesucristo pronuncia las determinantes palabras que constituyen su sermón nos invita a cambiar y a permanecer siempre firmes en la fe. Estas reglas de oro para nuestra vida deben llevarnos a pensar en la grandeza de Dios, su bondad para con nosotros y la permanencia en sus mandatos, que no son otra cosa que una profunda enseñanza para vivir correctamente:

Bienaventuranzas (Mateo 5:3-12):
Bienaventurados los pobres en el espíritu: porque de ellos es el reino de los cielos. (Versículo 3) Mal traducido en las biblias, porque es en El espíritu. Del griego(to pneumati)(tiene artículo).
Bienaventurados los mansos: porque ellos poseerán la tierra. (Versículo 4)
Bienaventurados los que lloran: porque Dios los consolará. (Versículo 5)
Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia: porque ellos serán saciados. (Versículo 6)
Bienaventurados los misericordiosos: porque ellos obtendrán misericordia. (Versículo 7)
Bienaventurados los puros de corazón: porque ellos verán a Dios. (Versículo 8)
Bienaventurados los pacificadores: porque ellos serán llamados hijos de Dios. (Versículo 9)
Bienaventurados los que sufren persecución por [causa de] la justicia, pues de ellos es el reino de los cielos. (Versículo 10)


Una visión muy profunda del también llamado Sermón de la montaña puede encontrarse en Catholic.net

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