Thursday, July 23, 2015

Un maravilloso día para alabar al Señor

Este salmo nos ofrece un punto importante de reflexión sobre la grandeza de nuestro Dios Creador:
Daniel 3,52.53.54.55.56.
Bendito seas, Señor, Dios de nuestros padres,
alabado y exaltado eternamente.
Bendito sea tu santo y glorioso Nombre,
alabado y exaltado eternamente.

Bendito seas en el Templo de tu santa gloria,
aclamado y glorificado eternamente por encima de todo.
Bendito seas en el trono de tu reino.
aclamado por encima de todo y exaltado eternamente.

Bendito seas Tú, que sondeas los abismos
y te sientas sobre los querubines,
alabado y exaltado eternamente por encima de todo.
Bendito seas en el firmamento del cielo,
aclamado y glorificado eternamente.

Wednesday, February 4, 2015

No desprecies la corrección del Señor

Cuántas veces nos sentimos desesperados y creemos que Dios se ha olvidado de nosotros. Pero la palabra de hoy es concreta y nos recuerda que de la misma forma como un padre corrige a sus hijos para que den fruto, nuestro Padre Celestial busca lo mejor para nosotros y por eso pone en nuestro camino ciertas experiencias que podrían parecer injustas e inapropiadas. Pidámosle a Dios que nos dé la humildad para hacer su santa voluntad y para entender que aquello que hoy nos parece triste y desgarrador, será motivo de alegría para muchos en el mañana.

Lecturas para el 4 de febrero de 2015
Hebreos 12,4-7.11-15.
Hermanos:
En la lucha contra el pecado, ustedes no han resistido todavía hasta derramar su sangre.
Ustedes se han olvidado de la exhortación que Dios les dirige como a hijos suyos: Hijo mío, no desprecies la corrección del Señor, y cuando te reprenda, no te desalientes.
Porque el Señor corrige al que ama y castiga a todo aquel que recibe por hijo.
Si ustedes tienen que sufrir es para su corrección; porque Dios los trata como a hijos, y ¿hay algún hijo que no sea corregido por su padre?
Es verdad que toda corrección, en el momento de recibirla, es motivo de tristeza y no de alegría; pero más tarde, produce frutos de paz y de justicia en los que han sido adiestrados por ella.
Por eso, que recobren su vigor las manos que desfallecen y las rodillas que flaquean.
Y ustedes, avancen por un camino llano, para que el rengo no caiga, sino que se cure.
Busquen la paz con todos y la santificación, porque sin ella nadie verá al Señor.
Estén atentos para que nadie sea privado de la gracia de Dios, y para que no brote ninguna raíz venenosa capaz de perturbar y contaminar a la comunidad.

Salmo 103(102),1-2.13-14.17-18a.

Bendice al Señor, alma mía,
que todo mi ser bendiga a su santo Nombre;
bendice al Señor, alma mía,
y nunca olvides sus beneficios.

Como un padre cariñoso con sus hijos,
así es cariñoso el Señor con sus fieles;
él conoce de qué estamos hechos,
sabe muy bien que no somos más que polvo.

Pero el amor del Señor permanece para siempre,
y su justicia llega hasta los hijos y los nietos
de los que lo temen y observan su alianza.


Marcos 6,1-6.

Jesús salió de allí y se dirigió a su pueblo, seguido de sus discípulos.
Cuando llegó el sábado, comenzó a enseñar en la sinagoga, y la multitud que lo escuchaba estaba asombrada y decía: "¿De dónde saca todo esto? ¿Qué sabiduría es esa que le ha sido dada y esos grandes milagros que se realizan por sus manos?
¿No es acaso el carpintero, el hijo de María, hermano de Santiago, de José, de Judas y de Simón? ¿Y sus hermanas no viven aquí entre nosotros?". Y Jesús era para ellos un motivo de tropiezo.
Por eso les dijo: "Un profeta es despreciado solamente en su pueblo, en su familia y en su casa".
Y no pudo hacer allí ningún milagro, fuera de curar a unos pocos enfermos, imponiéndoles las manos.
Y él se asombraba de su falta de fe. Jesús recorría las poblaciones de los alrededores, enseñando a la gente.

Thursday, January 29, 2015

Nuestro Señor Jesucristo: la Luz del mundo

La misión del Hijo de Dios sobre la tierra no vino para estar oculta sino para brillar, no sólo en el tiempo en el que Él vivió sino hoy y todos los días. Esa luz debe brillar también en nosotros, sus hijos, testigos de la redención y por antonomacia, multiplicadores de su mensaje de amor y de reconciliación. 

Hebreos 10,19-25.

Hermanos: 
Tenemos plena seguridad de que podemos entrar en el Santuario por la sangre de Jesús, 
siguiendo el camino nuevo y viviente que él nos abrió a través del velo del Templo, que es su carne. 
También tenemos un Sumo Sacerdote insigne al frente de la casa de Dios. 
Acerquémonos, entonces, con un corazón sincero y llenos de fe, purificados interiormente de toda mala conciencia y con el cuerpo lavado por el agua pura. 
Mantengamos firmemente la confesión de nuestra esperanza, porque aquel que ha hecho la promesa es fiel. 
Velemos los unos por los otros, para estimularnos en el amor y en las buenas obras. 
No desertemos de nuestras asambleas, como suelen hacerlo algunos; al contrario, animémonos mutuamente, tanto más cuanto que vemos acercarse el Día. 


Salmo 24(23),1-2.3-4ab.5-6.

Del Señor es la tierra y todo lo que hay en ella, 
el mundo y todos sus habitantes,
porque él la fundó sobre los mares, 
Él la afirmó sobre las corrientes del océano.

¿Quién podrá subir a la Montaña del Señor 
y permanecer en su recinto sagrado?
Él que tiene las manos limpias 
y puro el corazón;

Él recibirá la bendición del Señor, 
la recompensa de Dios, su Salvador.
Así son los que buscan al Señor, 
los que buscan tu rostro, Dios de Jacob.



Marcos 4,21-25.

Jesús les decía: "¿Acaso se trae una lámpara para ponerla debajo de un cajón o debajo de la cama? ¿No es más bien para colocarla sobre el candelero? 
Porque no hay nada oculto que no deba ser revelado y nada secreto que no deba manifestarse. 
¡Si alguien tiene oídos para oír, que oiga!". 
Y les decía: "¡Presten atención a lo que oyen! La medida con que midan se usará para ustedes, y les darán más todavía. 
Porque al que tiene, se le dará, pero al que no tiene, se le quitará aun lo que tiene".